Freida McFadden tiene una cosa que pocos autores o autoras consiguen. Hacer que sus libros me los beba y me los lea en nada. Tras leerme la trilogía de la asistenta decidí aventurarme con otra obra suya, y me llamó mucho la atención esta novela. Tiene sus cosas buenas, pero otras no tan buenas.
El libro, como ocurre con la asistenta, te mantiene con ganas de más constantemente, invitándote a no parar de leer, a querer continuar y saber qué está pasando y sobre todo, descubrir la verdad tras todos los acontecimientos. Es una lectura fácil, ligera y adictiva.
La historia está muy chula. Ya desde su inicio, despierta la curiosidad por conocer más a fondo todo lo que acontece. Se van descubriendo detalles casi en todo momento, y todo se va volviendo más turbio e interesante, con unos personajes muy bien definidos que me han gustado mucho.
Hasta aquí le hubiera dado 5 estrellas al libro, pero lamentablemente no le puedo dar el máximo de puntuación por un detalle. El final. El libro te guía y te hace creer que detrás de todo pasa X. Sin embargo, cuando llegas al final, todo eso te lo desmonta. Es impactante y te gusta en un principio, pero cuando lo piensas en frío, hubiera quedado mejor el final que tienes pensado, el que te hace sospechar la novela, el que te desmonta y rompe todos tus esquemas. Aunque no es un mal final, no terminó de convencerme, sobre todo su epílogo. Te puedo comprar el plot twist, pero que termine así no.
Aún con ese detalle del final, la historia te hace vivir y experimentar un muy buen e interesante rato, que a quien le gusten los thrillers, devorará este libro en un abrir y cerrar de ojos.
Puntuación: ⭐⭐⭐⭐ (4 de 5)
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