Drácula (2025)

    Las reseñas y críticas de esta película que vi eran muy positivas. No soy demasiado fan de Drácula, pues todas las películas me parecen iguales y ninguna me sorprende. Por el tráiler y las opiniones decidí verla. Me llamaba mucho la atención. ¿Qué encontré? Lo mismo de siempre. 

    En esta nueva versión de "El conde Drácula", se observa un conde muy humano, un Drácula romantizado que genera y produce muchas sensaciones, pero ninguna de ellas es el "miedo" que debería provocar. Quien busque aquí una cinta de terror no la va a encontrar. Se trata de una historia de amor a través del tiempo, donde ese es el tema principal, haciéndose tedioso en muchas ocasiones. No terminé de conectar con la trama. En todo momento me sentí totalmente desconectado. No es una historia de amor creíble que te haga meterte dentro. 

    En cuanto a los personajes, no entiendo la razón de ser de "El conde Drácula". Hay ciertas cosas de su personalidad y de sus acciones que no terminan de cuadrarme. Después, el resto de personajes igual. Actúan muy normal y con bastante sangre fría al enfrentarse a los vampiros, cuando se supone que deberían generar terror en la humanidad. No es así. Y por supuesto, la protagonista femenina me parece muy insulsa, al igual que su papel, que no su interpretación. 

    El final es otro de los apartados que no me ha terminado de convencer. La humanización y la personalidad del conde Drácula al final no me gustó, al igual que las decisiones que toma. Será que tengo una imagen de Drácula en la mente, que me ha chocado esta nueva versión. 

    Drácula (2025) es un film que no es de terror, que tampoco pretende serlo. Es una historia de amor y un intento de redención y de conectar con este malvado personaje que tantas pesadillas generó en el pasado a muchas personas. No buscaba una película de terror, pero sí esperaba encontrar algo diferente a lo que presencié.