Iba con las expectativas altas, ya que aunque no recuerdo nada de la película de 1994, tenía buenos recuerdos de la anterior, así que fui con muchas ganas al cine. Sin embargo me encontré otra cosa diferente a lo esperado.
Ante todo he de decir que esta película es un homenaje al torso y los abdominales de Bill Skarsgård. No hay momento en que no haya un primer plano de su pecho y a veces de su torso desnudo. Sabemos que aquí no hace de It el payaso y que el chaval tiene sus encantos, pero conforme va avanzando el film cansa.
Después, y no menos importante, las actuaciones del elenco de actores. Hay actuaciones que dejan mucho que desear, sobre todo la de FKA Twigs, cuya historia de amor no es para nada creíble. Todo va acompañado de conversaciones sin sentido como por ejemplo: "a partir de ahora nada está en mi mano". A continuación ese personaje realiza una acción que demuestra lo contrario a lo que acaba de decir.
No menos importante, está la empatía y la tolerancia a la muerte, la destrucción y lo peligroso. En multitud de ocasiones aparecen personajes o escenas en la calle y la gente que pasea por ella actúa con normalidad. ¿Perdona? ¿Es normal ver un giga accidente y nadie pararse a preguntar nada, ni chillar ni nada? Me pareció remarcable señalarlo.
Y ya por último el final y el villano. Será mi sensación, pero no lo recuerdo tan patético. Además de la actitud del personaje en las peleas cuando ya sabe la situación en la que se encuentra y me sorprendió ver que todo le daba igual.
En resumen y para terminar, nos encontramos con un film que a pesar de ser entretenido, deja mucho que desear en el que se ven actuaciones forzadas, diálogos incoherentes y donde el protagonismo lo tienen los abdominales y el torso de Bill Skarsgård. Con la cantidad de estrenos interesantes en la cartelera, no sería una película que recomendaría.
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