Lo mejor de esta película es la tensión que se genera, aunque es cierto que es de esas cintas de cocción lenta. Está dividida en capítulos, de los cuales el I es el más lento y el que te engaña creyendo que sabes que va a pasar. Por tanto, tiene varios giros de guion que hacen más que disfrutable esta película, aunque como acabo de mencionar, el primer acto es lento y puede que haya personas que lo encuentren aburrido.
Centrándonos en la historia, en lo que vamos a ver, nos presentan una historia en la que a veces no somos capaces de distinguir si lo que están presenciando los protagonistas es real o se lo están imaginando. La película juega contigo en todo momento, hasta el mismo final. Muy a mi pesar, y no es que sea malo lo que voy a decir, estamos ante una cinta que deja a libre interpretación lo que ha sucedido, aunque he de admitir que es fácil de interpretar y elucubrar sobre los acontecimientos vividos. Habrá gente que critique esto, debido a que no lo da mascado y no te lo pone en bandeja, pero no hay que ser un lumbreras para formular una hipótesis más que aceptable.
Las actuaciones son espléndidas. Halle Berry brilla en sus actuaciones, al igual que los dos niños que interpretan el papel de sus hijos, generando empatía y conectando con ellos. Gracias a ellos y a la historia como mencioné antes, genera expectación y la tensión aunque no llega a niveles estratosféricos, tampoco llega a desinflarse.
Por todo lo que he comentado, Nunca te sueltes, es una película que aunque no es brillante es bastante disfrutable, con una tensión que se mantiene constante y donde las actuaciones de los tres protagonistas son muy buenas.

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